La Pontificia Universidad Javeriana ha sido mi segundo hogar. Desde que la conocí supe que quería ser parte de esta familia, y fue la mejor decisión que pude tomar. Fortalecí valores, encontré amistades que son para toda la vida y aprendí más de lo que imaginé en Bioingeniería. Recibir el premio José Gabriel Maldonado significa haber vivido la experiencia Javeriana en su máxima expresión: cultivé la danza que amaba desde niña y cumplí mi sueño de ser científica. Aproveché plenamente mis años de estudio, nutrí mi salud integral y recibí la inspiración de profesores excepcionales. Me llevo los mejores recuerdos.